Necesito ser su prioridad para sentirme amada
Hoy quería compartir contigo una reflexión que ha estado rondando mi mente, en la que he encontrado cierta contradicción.
Siempre nos han enseñado que el amor propio es fundamental. Nos dicen que debemos priorizarnos, cuidar de nosotros mismos y asegurarnos de estar bien para poder estar bien con los demás.
Sin embargo, cuando entramos en una relación de pareja, los mensajes cambian drásticamente. De repente, sentimos que debemos ser la prioridad del otro, y que solo así nos sentiremos realmente amados. Este es un mensaje contradictorio y, a menudo, problemático.
Pensemos en esto: por un lado, nos animan a amarnos a nosotros mismos primero, pero por otro, esperamos que nuestra pareja haga de nosotros su prioridad absoluta. Esto puede crear una dinámica donde dejamos de lado nuestro propio amor propio y exigimos a la otra persona algo que puede alejarla del suyo.
Imaginemos un ejemplo cotidiano: estás en una relación y has tenido un mal día en el trabajo. Esperas que tu pareja deje todo lo que está haciendo para atenderte y consolarte, incluso si eso significa que tiene que posponer sus propios planes o necesidades.
Este tipo de expectativa puede parecer una muestra de amor, pero en realidad puede ser muy limitante y hasta adictiva, ya que creamos una dependencia emocional donde nuestra felicidad y bienestar dependen completamente de la atención del otro.
Otro ejemplo podría ser cuando uno de los dos quiere tomar un tiempo para sí mismo, para cuidar su salud mental o física, y el otro se siente herido o abandonado.
Esta reacción puede ser una señal de que estamos poniendo en el otro la responsabilidad de nuestro propio bienestar, en lugar de encontrar un equilibrio donde ambos puedan nutrir su amor propio mientras cultivan su relación.
Es importante que nos detengamos a reflexionar sobre estos mensajes contradictorios que hemos recibido y cómo afectan nuestras relaciones.
Al exigir ser la prioridad de nuestra pareja, podemos estar limitando tanto nuestro crecimiento personal como el de ellos.
En lugar de buscar esa atención constante, podríamos intentar apoyar el crecimiento mutuo y respetar el espacio personal de cada uno.
Sé que esto va en contra de muchas de las cosas que hemos leído o escuchado sobre el amor, pero creo que es una conversación necesaria.
Tal vez, en lugar de buscar ser la prioridad del otro, podríamos enfocarnos en cómo ser nuestro mejor yo, tanto para nosotros mismos como para nuestra relación.
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