UN BAÑO CONSCIENTE!
UN BAÑO CONSCIENTE! Bajé a la playa caminando desde casa con la única idea de darme un baño en la playa. De alguna manera sería como un ritual, dejarle al mar aquello que no me estaba funcionando y así purificar mi alma y cuerpo. Un 31 de diciembre en Málaga. Hacía un día precioso el sol brillaba y soplada una brisa fresca…. Caminé hacia la orilla me senté en la toalla y me puse a contemplar el mar. Me encanta contemplar el mar, cómo esa gran masa de agua se mueve con esa energía deslizándose hasta llegar a la orilla y dejando su espuma. El reflejo del sol en el mar le da un color plata que hipnotiza, hay tanto brillo! De repente vino un hombre con una caja de pescado y la volcó sobre la orilla. Apareció un gran número de gaviotas, todas cantando, era curioso porque parecía que hacían fila para obtener algún pescado. Bajaban, recogían y se iban dando paso a las siguientes. Fue bonito verlo y escuchar su alegría. Esperé que terminaran de comer… Me desvestí… y dejé que el aire acariciara mi cuerpo, mi piel se erizaba y mis pelos se ponían de punta. Observé mi cuerpo, cómo reaccionaba ante esa brisa fresca… Mi cuerpo sentía fresco eso me decía la mente, sin embargo al estar centrada en un lugar más profundo de ésta dónde la observación y conciencia es la protagonista, el cuerpo se adapta y esa sensación va pasando a otro plano. Decidí ir caminando al agua y cuando entré sentía cómo me fundía con el mar y para mi sorpresa no la sentía fría la sentía parte de mi, sentía como mi cuerpo iba desapareciendo y fundiéndose a medida que iba entrando. Me miraba el cuerpo y miraba el mar, observaba cómo tocaba mi piel y me quedé unos segundos con medio cuerpo fuera….. contemplando cómo el reflejo del sol sobre el mar me iba calentando. Me di un chapuzón, dejé que el mar entrara en mis fosas nasales, fue rápido, pero sentido! cuando salí mi cuerpo estaba frio seguía en el agua pero me sentía parte de ella…. me pregunté siento frio? y NO. Sentía una paz interior, sentía que estaba en un lugar perfecto, estaba en mi misma unida con todo…. Volví a la toalla, el primer impulso fue echarme algo por encima, pero algo dentro de mi me dijo " espera, siéntate antes y quédate ahí". Me senté y mi cuerpo estaba con cada poro elevado como un volcán a punto de explotar, me miré y me pareció tan bonita la reacción del cuerpo con el mar y la brisa. Dentro de mi sentía calor…. entonces fue cuando sentí la parte de mi corazón ardiendo…. el viento podía sentirlo ahora con más intensidad como si alguien me acariciara, parecía que había cambiado de estado y se había solidificado para que lo sintiera allí presente Mi cuerpo empezó a temblar un poco y me observé, pensé anda tiembla…. Centré mi atención en el corazón cálido, me puse a mirar el sol y cerré los ojos, intenté dirigir el calor de mi corazón hacia mi pecho para que se expandiera y junto con los rayos del sol intensificar esa sensación de calor .Entonces le presté atención a mi respiración, el aire que inspiraba era frio, pero cuando lo expulsaba éste era cálido y amable. Fue entonces cuando empecé a acompasar mi respiración con mis latidos para que ambos expandieran la sensación de calor que sentía dentro de mi, participando en esta linda unión el sol. En ese intercambio de fuerzas que confluían dentro de mi y de las que mi cuerpo era participe… Mi pecho empezó a calentarse…. me sentía tan bien!!!! Podía sentir como se iba transformando todo y pude sentir como yo participaba en esa transformación, sintiéndome unida a todas las moléculas que habían a mi alrededor…. Cuando observaba este momento mis lagrimas empezaban a brotar de mis ojos… cálidas recorriendo mi rostro y llegando a mi boca, entrando y dándome la sal del mar. Fue entonces cuando mi cuerpo comenzó a subir de temperatura…. cerrando el círculo de comunión con todo lo que allí estaba. Es increíble cómo la conciencia transciende cualquier estado físico y te conecta con tu yo más profundo, todo es un fluir y tu te sientes un fluir con todo, es una relación de dar y devolver sin límites, sin nada que lo interfiera…. en una sincronía perfecta!. Ahora tengo los pelos de punta al rememorar ese momento, la piel erizada, ¿¿es esto frio??? NO, es SENTIR. Éstos son los momentos que te hacen ver que la vida es maravillosa.